La quesera

El Ayuntamiento de Santa Lucía, en Gran Canaria, quería hacer un homenaje a los pastores y pastoras del municipio, que han trabajado toda la vida para sacar adelante a sus familias, y que han dado nombre al barrio de Casa Pastores. El Alcalde, Don Silverio Matos y el concejal de Obras Públicas, Don Francisco García encargaron la obra a Paco Suárez. Decidieron que la escultura debía representar a una pastora haciendo un queso a la forma tradicional canaria.

El escultor se puso en contacto con el Veterinario municipal de Agüimes para que le facilitara el acceso a alguna pastora tradicional. Éste la puso en contacto con Doña Reyes, pastora que tiene su ganado en el barrio de Los Corralillos, en Agüimes. Le sirvió de modelo para la realización de una serie fotográfica en la que aparecía ataviada con el traje que ella usaba antiguamente para estos menesteres, pues ahora su ganadería está industrializada y dotada de los métodos industriales más avanzados. La quesera de madera y el molde que se usaron de modelo también son suyos, aunque luego se usó una quesera mayor, prestada por el dueño de la vaquería de Arinaga, Don Francisco.

Esta obra supuso para el autor un cambio en los métodos tradicionales de su trabajo, pues hasta entonces había modelado con barro. Se decide a experimentar el modelado sobre un bloque de poliespán (corcho blanco), al que va dando forma con cortes de sierra y raspando con un cepillo de alambres y posteriormente define detalles exteriores con escayola. Este sistema le supone al autor, según confiesa, la facilidad de no necesitar armazón de hierro, de tener menor peso y de ser transportable fácilmente, además de evitar la realización de los moldes finales para transportar la pieza a la Fundición.

Esta pieza fue fundida a la arena en los talleres de la Fundición “Funcho Esculturas”, de Las Palmas de Gran Canaria.

La inauguración de la escultura, colocada en el centro del acceso por la escalinata este, en la plaza de Casa Pastores, se hizo coincidir con las fiestas del barrio, fue muy emotiva, con la participación de muchos pastores y pastoras del lugar; hubo cantos, llantos, abrazos y aceptación general.

Ante la aceptación popular de la obra, el Ayuntamiento decidió realizar una réplica pequeña en bronce, que sirviera como premio a los mejores quesos municipales de cada año.

Técnica: Escultura pública